Buscando sentido al sinsentido.

Dos tristes acontecimientos nos han sacudido las entrañas esta semana. Un acuerdo internacional para devolver a la guerra a personas y familias que llevan meses huyendo de ella; y un ataque terrorista que ha arrebatado de cuajo la vida de muchas personas.

Más que tristes son crueles, ya que ambos han sido intencionados, decididos y perpetrados por personas para hacer daño a otras personas. No son los únicos actos crueles, se suceden a diario en muchos lugares del mundo y se manifiestan de formas muy diferentes. La crueldad no siempre se explicita con actos: la omisión y el consentimiento son igualmente crueles, injustos y ,a mi modo de ver, igualmente incomprensibles si tenemos en cuenta dos cuestiones:

Primera: No elegimos donde nacemos, Sigue leyendo

Navidad, juguetes y sentido común. ¿Es posible?

¿Es posible poner orden y controlar la situación para que no se desborde?

Aquí va un pequeño kit de supervivencia para estas fiestas.

Es posible, es nuestro deber, y es una gran oportunidad para seguir educando y transmitiendo valores a los más pequeños.

 

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En el momento de escoger los juguetes debemos pensar en cómo son nuestros hijos, sus gustos y preferencias, pero sobre todo en sus necesidades.

Me permito dos reflexiones. La primera sobre cuáles son las necesidades reales de los niños según su edad y circunstancias, y cuáles son necesidades innecesarias para ellos, pero que les creamos nosotros desde nuestro mundo adulto, condenándoles a cargar con ellas a partir de ese mismo instante.

La segunda sobre la conveniencia de satisfacer todos sus deseos y demandas sin ningún tipo de restricción. Podemos –caso de que podamos realmente- comprar todo lo que nos pidan; o podemos por ejemplo proponerle que escoja entre varias opciones. Porque “no siempre podemos tener todo lo que queremos “, “hay muchos niños en el mundo y hay que repartir, o cuando ya son más mayores “no podemos gastarnos tanto dinero y debemos escoger qué es lo que más nos gustaría tener”. De esta forma estaremos trabajando su independencia y responsabilidad en la toma de la decisión, su generosidad, la tolerancia a pequeñas frustraciones, y además seguro que el regalo escogido tendrá un valor mucho más especial.

13-12-2015 13-37-32Organización familiar: Cada casa y cada familia tiene sus rituales y tradiciones. Podemos respetar dichas tradiciones y al mismo tiempo poner un poco de orden. La consigna sería valorar la calidad sobre la cantidad, es decir: a menos juguetes más ilusión. Los adultos nos podemos poner de acuerdo sobre la cantidad o calidad de los regalos, hacer regalos conjuntos…. Ya que siempre será mejor menos y bien escogido que mucho e improvisado.

Valores de consumo responsable: Para los niños son unas fechas muy especiales y las viven con mucha ilusión. Las tradiciones culturales, reuniones familiares y personajes mágicos suelen venir acompañados de una lluvia de regalos y juguetes que inevitablemente inunda todas las casas habitadas por niños.

Es un buen momento para enseñar a cuestionar el valor que damos a las cosas, apreciar las ventajas de la calidad frente a la cantidad, y fomentar una visión crítica de la publicidad y del consumo en general.

El “buen juguete”, para serlo, ha de Sigue leyendo

Educación contra el machismo.

Porque aunque nos cueste creerlo, ese hombre, un día fue un niño; y los niños que tenemos hoy, pronto serán chicos y chicas, serán hombres y mujeres.

Y depende de nosotros, de quienes educamos a esos niños y niñas, de sus padres y madres, que las cosas sean de otro modo.

Podría cargar las tintas contra la sociedad machista y desigualitaria en la que vivimos; contra la herencia recibida de tantas generaciones en las que las cosas se hacían “de otra manera”; contra la publicidad, los medios de comunicación, las políticas económicas y sociales, el mundo de la moda, el cine….. Podría hacerlo y no me faltaría razón.

Pero resulta que la sociedad la conformamos nosotros, Sigue leyendo

Conversaciones de chiringuito.

Una mamá comienza preguntándonos cómo podría hacer para inculcar en su hija el amor por la muisca; difícil cuestión. Reconoce que ella tiene esta vocación gracias a que sus padres, cuando era pequeña, creyeron que era importante que la aprendiera, todo y que a ella no le hacía especial ilusión. Como resulta que en nuestra época los padres no nos preguntaban constantemente qué nos apetecía hacer, sino que hacían lo que ellos creían que era conveniente, nos complaciera o no, pues a música le tocó apuntarse.

Justo entonces alguien lanza una pregunta aún más difícil: Sigue leyendo