Consecuencias, esa gran palabra.
Cuando ví el vídeo hace ya un tiempo pensé en la frase de B. Brecht «Qué tiempos seran los que vivimos que es necesario defender lo obvio». De hecho, últimamente esta frase me viene a la cabeza con bastante frecuencia.
Lamentablemente la realidad a menudo acaba superando a la ficción, y recientemente esta realidad ha tenido las consecuencias más graves imaginables: una mujer se ha suicidado por la difusión de un vídeo sexual íntimo entre sus compañerxs de trabajo.
Y casi es tan nefasta la noticia en sí, como el tratamiento mediático, opiniones, juicios, y comentarios de personajes y personajillos que Sigue leyendo
Va de barcos….
Crecí anhelando que sus majestades orientales me trajeran algún año el super barco pirata; nunca sucedió, por aquello de que las habas no daban para semejante despliegue naviero.
Los piratas eran “lo más”, super aventureros, valientes, intrépidos, se dedicaban a buscar tesoros en el mar….. ¡Un momento! ¿En el mar crecen tesoros? ¿De dónde salían esos cofres llenos de oro? Nunca me lo pregunté, simplemente los piratas molaban.
Con los años entendí que los piratas eran los malos super ilegales que saqueaban y abordaban barcos de “los buenos”, muy legales ellos, que transportaban riquezas de países conquistados al suyo, y de paso personas para salvarlas/esclavizarlas al servicio de una civilización superior.
Más mayorcita he visto como los cofres de monedas se han transformado en petróleo, gas, diamantes, coltán…. Que “los buenos” siguen trayendo de forma legal a nuestras tierras, que por lo visto siguen siendo más merecedoras de estos recursos que su lugar de origen. Los esclavos ya no hace falta traerlos en barco, desde su casa pueden hacer el trabajo y ya aquí lo comercializamos.
Y esta historia se me ocurre esta semana conectando dos noticias:
– Volver a oír palabras como “reconquistar territorios”.
– Un barco que se dedica a rescatar tesoros –bueno, en realidad personas y familias a la deriva en el mar- y que resulta ser “malo” y no puede salir del puerto porque realiza una actividad ilegal.
¿Hay vida después de la Navidad?
Cuentan que sí, está por ver estos días; pero si crees que tu vuelta al trabajo después de la navidad es dura, ni te imaginas la vuelta al cole de lxs peques.
A medida que se acerca el final de las vacaciones, y quizás como un modo inconsciente de irnos haciendo a la idea, empezamos a recitar cual mantras frases como “Lo que necesitáis son rutinas”, “Qué ganas tengo de volver a la normalidad” o “Qué bien nos va a venir la vuelta al cole”.
Y seguramente todas son ciertas, tampoco soy yo quién para juzgarlo. Pero sí me gustaría hacer una reflexión, una reflexión empática podríamos llamarle, sobre lo que supone realmente para las niñas y niños la vuelta al colegio después de las vacaciones de navidad.
Viene a ser algo así como acostarte una noche, tras 15 días siendo el Rey de la casa, colmado de atenciones y obsequios, chutadísimo de azúcar y adrenalina, y sin apenas normas que acatar; y despertarte al cabo de pocas horas, de buena mañana, que te vistan, te desayunen, te pongan una mochila, te arranquen de cuajo la corona y ¡ale!, al cole, que ya era hora.
Pobrecitxs, entran por la puerta de las aulas desolados: muertxs de sueño, con mono de azúcar, destronadxs y sin entender qué ha sido de sus lujosas vidas de las que tan sólo hace unas horas disfrutaban. Sigue leyendo