Acerca de Elena Vélez

Licenciada en Psicología. Técnica especialista en Educación Infantil. Posgraduada en Psicopatología Infanto-juvenil. Formación complementaria en educación emocional e Inteligencias múltiples.

Seguimos…..

Sensación agtidulce, alegría con regustillo a dolor, rabia y miedo.
 
Como cuando te pillas un dedo con una puerta un rato y luego lo liberas.
 
Como una gastroenteritis aguda cuando se pasa.
 
Como cuando despiertas de una pesadilla.
 
Alivio, alegría y euforia por encontrarte bien; pero en realidad sólo has recuperado la normalidad; porque lo que no era normal era lo anterior.
 
Pero no nos confundamos, ni la pesadilla ni la enfermedad han terminado: la pesadilla de una niña seguro que va a tardar mucho tiempo, y la enfermedad la tenemos todxs; se llama patriarcado.
 
Justicia patriarcal que hoy sigue llevando toga y mañana seguirá dictando sentencias; y nuevos gobernantes en nuestros pueblos y ciudades que quieren cambiar las leyes para que todo se quede «en familia», y que persiguen a las personas que luchan por la igualdad.
FeminismoAsí que una pequeña victoria a medias. Rectificación de una sentencia que nunca debió dictarse, sobre unos hechos que nunca debieron ocurrir.
Y mucha responsabilidad, la de seguir luchando, saliendo a la calle, gritando cuando haga falta, señalando con el dedo, denunciando….. y educando. Me temo que más que nunca.
 
Seguiremos luchando, nosotras sí somos manada.
Y seguiremos educando en el feminismo, cuanto más nos niegan y nos atacan, más razones nos dan para hacerlo. Mil mujeres -las contabilizadas- asesinadas ya eran una buena razón; pero ver cuántas ampollas levanta la lucha por la igualdad, hace sospechar que los privilegios que estan en juego son muchos.
 
Elena Vélez Agustín.
 

Consecuencias, esa gran palabra.

Cuando ví el vídeo hace ya un tiempo pensé en la frase de B. Brecht «Qué tiempos seran los que vivimos que es necesario defender lo obvio». De hecho, últimamente esta frase me viene a la cabeza con bastante frecuencia.

Lamentablemente la realidad a menudo acaba superando a la ficción, y recientemente esta realidad ha tenido las consecuencias más graves imaginables: una mujer se ha suicidado por la difusión de un vídeo sexual íntimo entre sus compañerxs de trabajo.

Y casi es tan nefasta la noticia en sí, como el tratamiento mediático, opiniones, juicios, y comentarios de personajes y personajillos que Sigue leyendo

Va de barcos….

Crecí anhelando que sus majestades orientales me trajeran algún año el super barco pirata; nunca sucedió, por aquello de que las habas no daban para semejante despliegue naviero.

Los piratas eran “lo más”, super aventureros, valientes, intrépidos, se dedicaban a buscar tesoros en el mar….. ¡Un momento! ¿En el mar crecen tesoros? ¿De dónde salían esos cofres llenos de oro? Nunca me lo pregunté, simplemente los piratas molaban.

Con los años entendí que los piratas eran los malos super ilegales que saqueaban y abordaban barcos de “los buenos”, muy legales ellos, que transportaban riquezas de países conquistados al suyo, y de paso personas para salvarlas/esclavizarlas al servicio de una civilización superior.

Más mayorcita he visto como los cofres de monedas se han transformado en petróleo, gas, diamantes, coltán…. Que “los buenos” siguen trayendo de forma legal a nuestras tierras, que por lo visto siguen siendo más merecedoras de estos recursos que su lugar de origen. Los esclavos ya no hace falta traerlos en barco, desde su casa pueden hacer el trabajo y ya aquí lo comercializamos.

Y esta historia se me ocurre esta semana conectando dos noticias:

– Volver a oír palabras como “reconquistar territorios”.

– Un barco que se dedica a rescatar tesoros –bueno, en realidad personas y familias a la deriva en el mar- y que resulta ser “malo” y no puede salir del puerto porque realiza una actividad ilegal.

20-01-2019 14-13-54 Sigue leyendo

¿Hay vida después de la Navidad?

Cuentan que sí, está por ver estos días; pero si crees que tu vuelta al trabajo después de la navidad es dura, ni te imaginas la vuelta al cole de lxs peques.

A medida que se acerca el final de las vacaciones, y quizás como un modo inconsciente de irnos haciendo a la idea, empezamos a recitar cual mantras frases como “Lo que necesitáis son rutinas”, “Qué ganas tengo de volver a la normalidad” o “Qué bien nos va a venir la vuelta al cole”.

Y seguramente todas son ciertas, tampoco soy yo quién para juzgarlo. Pero sí me gustaría hacer una reflexión, una reflexión empática podríamos llamarle, sobre lo que supone realmente para las niñas y niños la vuelta al colegio después de las vacaciones de navidad.

Viene a ser algo así como acostarte una noche, tras 15 días siendo el Rey de la casa, colmado de atenciones y obsequios, chutadísimo de azúcar y adrenalina, y sin apenas normas que acatar; y despertarte al cabo de pocas horas, de buena mañana, que te vistan, te desayunen, te pongan una mochila, te arranquen de cuajo la corona y ¡ale!, al cole, que ya era hora.

08-01-2019 15-29-46     Pobrecitxs, entran por la puerta de las aulas desolados: muertxs de sueño, con mono de azúcar, destronadxs y sin entender qué ha sido de sus lujosas vidas de las que tan sólo hace unas horas disfrutaban. Sigue leyendo