¿Cómo lo hacían nuestras abuelas?

Hoy quiero compartir una inercia que observo desde hace años en mí día a día trabajando con familias y que me entristece: cada día sufrimos más y disfrutamos menos la educación de nuestr@s hij@s. Vivimos en la “sociedad de la información y la comunicación”, tenemos a nuestro alcance todos los conocimientos del mundo, y el acceso a ellos nunca había sido tan fácil; pero a pesar de ello nos sentimos más inseguros y perdidos que nunca. ¿Cómo es posible?

En este punto siempre me gusta hacernos la misma pregunta: ¿Cómo lo hacían nuestras abuelas? Sigue leyendo

Buscando sentido al sinsentido.

Dos tristes acontecimientos nos han sacudido las entrañas esta semana. Un acuerdo internacional para devolver a la guerra a personas y familias que llevan meses huyendo de ella; y un ataque terrorista que ha arrebatado de cuajo la vida de muchas personas.

Más que tristes son crueles, ya que ambos han sido intencionados, decididos y perpetrados por personas para hacer daño a otras personas. No son los únicos actos crueles, se suceden a diario en muchos lugares del mundo y se manifiestan de formas muy diferentes. La crueldad no siempre se explicita con actos: la omisión y el consentimiento son igualmente crueles, injustos y ,a mi modo de ver, igualmente incomprensibles si tenemos en cuenta dos cuestiones:

Primera: No elegimos donde nacemos, Sigue leyendo

Conversaciones de chiringuito.

Una mamá comienza preguntándonos cómo podría hacer para inculcar en su hija el amor por la muisca; difícil cuestión. Reconoce que ella tiene esta vocación gracias a que sus padres, cuando era pequeña, creyeron que era importante que la aprendiera, todo y que a ella no le hacía especial ilusión. Como resulta que en nuestra época los padres no nos preguntaban constantemente qué nos apetecía hacer, sino que hacían lo que ellos creían que era conveniente, nos complaciera o no, pues a música le tocó apuntarse.

Justo entonces alguien lanza una pregunta aún más difícil: Sigue leyendo

Niños y etiquetas. Una oportunidad para la diferencia.

Hace unos meses leí un artículo médico que –aparentemente tirando piedras sobre su propio tejado- ponía en cuestión lo que llamaban la “extinción del niño sano”.

http://www.medicossinmarca.cl/medicos-sin-marca/la-extincion-del-nino-sano/

http://www.medicossinmarca.cl/medicos-sin-marca/la-extincion-del-nino-sano/

Viene a decir que cada vez es más difícil encontrar un niño con un historial médico inmaculado, sin ninguna etiqueta que patologice -y lo que es peor cronifique- procesos y respuestas más o menos frecuentes de nuestro organismo en desarrollo: pieles atópicas, hipersensibilidades, intolerancias alimentarias…

Pero no me preocupan tanto las etiquetas dermatológicas o digestivo funcionales cuya peor consecuencia es pasar el resto de la vida embadurnados en cremas o con una incómoda dieta. Las etiquetas realmente dañinas no hablan sobre lo que los niños “tienen”, sino sobre lo que “son”. Sigue leyendo